«¡Lo quiero!».
María Débora Dos Santos, una caprichosa muchachita que vive en Amazonia, ve a una extraña criatura emerger de las aguas granizadas de hielo del Antártico: es un pingüino, y decide obtener uno para domesticar en el jardín de su casa de Manaos. Pero no es posible comprarlo y hacerlo llegar a destino; entonces convence a sus padres de ponerse en viaje hacia el Sur del continente para capturar un ejemplar. Con la complicidad de cazadores depredadores de focas, y con no pocas desventuras, en un paisaje inhóspito y helado, la familia Dos Santos parece, finalmente, alcanzar sus objetivos. Pero una criatura bien conocida por ellos, un lobo de la Siberia, llevado antes a Manaos y dado por muerto a causa de su debilidad por no poder adaptarse a las altas temperaturas amazónicas, cambia todo. Ahora será el lobo el verdadero objeto de la avidez de Débora y por lo tanto, el objeto de la captura. La niña logrará, al final, apoderarse de él.
Todo está listo para el regreso a Manaos, en Brasil; el lobo está en la jaula, en el hangar de la base, donde también el pingüino de raza Adelia espera ser transferido al continente. Pero las cosas no serán como se esperaba y, una vez más, el lobo…
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