Una mujer de Salvador de Bahía es la figura central de esta novela de tonos delicados y excepcionalmente precisos. “Madama” -como si conoce en los alagados- es alegre y positivo, entregada y exuberante. Vive en las afueras de la ciudad y muere de una enfermedad allí. El hecho de su muerte ocurre al inicio de la narración, pero en presencia permanece viva, recorre toda la historia, se detalla y concreta en la memoria y las acciones de su hijo Fernando. Con la muerte de Madama, comienza un chantaje impredecible.
A high eclesiástico es el otro personaje de la novela, también central. “Eminence” -así se dirigen a él en su séquito- está atrapado en su agitación interior, tanto en lo que respeta a su antigua relación con Madama, que ha salido a la luz de una manera disruptiva, como frente a la definición de chantaje. , que no es solo una extorsión de dinero, como inicialmente creyeron los involucrados, el cardenal sobre todo, hasta algo más desconcertante.
Sí, una oración debe resumirse en la idea inspiradora de la novela, puede formularse de la siguiente manera: de dónde la inocencia moral es el único ideal, el chantaje prospera allí. Pero aún sería la penúltima oración, ya que la última intención del autor es mostrar la superioridad de una moral humana que brota de la relación amorosa con una Presencia salvadora.
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