No es un debate nuevo, pero probablemente esté cerca de una decisión. El Papa Francisco, al menos, lo quiere. La propuesta de una fecha común y fija busca unificar la celebración de cristianos, católicos y ortodoxos, muy posiblemente el segundo o tercer domingo de abril. Si bien se prevé sea a partir de 2025, el pontífice avisó que se “tiene que llegar a un acuerdo”.